Hace más de 3 mil años, cuando un faraón moría en Egipto, los sacerdotes momificaban su cuerpo y lo colocaban en un sarcófago que llevaban al majestuoso Valle de los Reyes para que reposara en las tumbas preparadas con años de antelación.
El objetivo era ayudar al faraón a viajar seguro de esta vida a la siguiente y comunicar a los seres del «más allá» que el sarcófago contenía nada más y nada menos que al Rey de los egipcios.
Estas tumbas tenían más de 20 cámaras y corredores decorados por los mejores pintores y escultores de su tiempo. Su trabajo era contar historias sobre el faraón; sus creencias, sus hazañas y lo que mas valoraba. Además, en estas cámaras se guardaban los tesoros más preciados del difunto rey.
Ahora bien, ¿Qué tiene que ver esto con la construcción de marcas?
Pues mucho. Porque de cierta forma, el enfoque usado por los constructores de tumbas del antiguo Egipto se parece mucho a cómo se crean marcas icónicas como Disney o Red Bull.
Por ejemplo, con el tamaño y presencia de la tumba, buscaban construir visibilidad de marca, y con el trabajo artístico al interior de la pirámide, proporcionaban una gran cantidad de asociaciones que nos sirven para “conocer” al faraón.
Además, el legado de los Antiguos Egipcios nos permite aprender sobre cómo lograr una relación profunda entre el faraón (la marca) y los dioses (los clientes) mediante la construcción de un edificio muy visible y las historias que dan a conocer elocuentemente su legado.
Por otro lado, el método de los egipcios de aquella época nos enseña a construir marcas perdurables más allá de la publicidad o las redes sociales.
Y aunque definitivamente nuestro contexto es muy diferente al de hace 3 mil años, lo que te quiero decir es que estas «lecciones» son la base de un método que sigue vigente hasta nuestros días.
Un método de construcción de marcas más vigente que nunca
El método en cuestión toma en consideración tres variables clave:
- La construcción de visibilidad y reconocimiento a través de acciones que hablen por sí mismas acerca de la naturaleza de la marca.
- La construcción de asociaciones que enriquezcan nuestro relato y nos ayuden a crear diferenciación.
- La creación de relaciones profundas con sus clientes mediante una relación que aspira a continuar «más allá de la vida del faraón» o mejor dicho; más allá del producto que vendemos.
Es decir, las tres claves más importantes en la construcción de marcas en las que debemos trabajar diariamente para crecer de forma sostenida y construir un legado de progreso que dure mucho más que nosotros.
Porque seamos claros, es muy difícil no haber visto «una pirámide del tamaño de Apple», ni la relación tan profunda, cuasi religiosa, de «esta faraona «con sus fieles».
De ahora en adelante, comienza a construir la marca que gestionas como todo un faraón.
